Hoy vamos a publicar otro trabajo reciente, un baúl.
Para empezar necesitó una buena limpieza exterior, el lijado de
prácticamente toda la superficie para
poder recuperar todas las piezas de
latón tapadas por una mano de pintura negra y sanear la maltrecha lata oxidada.
Para poder abrirlo de forma cómoda le añadí un par de tiradores de latón, en forma de concha, a juego con los
herrajes, y una cadena interior para que la tapa se sujetase al abrirlo.
Al interior le hizo falta emplastecer todos los huecos y grietas para
dejar la superficie bien preparada antes del empapelado, y darle una mano de sellador.
Y para terminarlo, y ya que su sitio es una casa
de campo, la mejor opción me pareció un
papel vinílico de flores en tonos claros, muy campestre.
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