Este maravilloso marco maltratado por los años y la carcoma,
que había perdido, ya no solo el brillo de su encanto, si no también algunas
partes importantes que afeaban su conjunto, ocupa ahora la pared principal del
vestíbulo de una casa que es casi casi
un museo.
Fue para mí todo un reto devolverlo a la vida, pero creo que el resultado salta a la vista.
Espectacular no me canso de mirarlo Gracias a ti Rodrigo
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